Bodegas Aragonesas acaba de lanzar Nabulé Esencia. Una exclusiva garnacha que se elabora con la producción de una cepa por cada botella y que supone un paso más en el desarrollo del proyecto Terroir, en el que los tres enólogos de la bodega -Javier Vela, Fernando Ballesteros y Javier Baselga- llevan trabajando desde 2016, y cuya primera referencia se lanzó en 2021: Nabulé Terroir 2019.
Esta iniciativa surgió para crear un nuevo concepto de garnachas modernas en el que tiene un gran papel, más que en ningún otro vino, la tierra y el viñedo viejo del que proceden. Al igual que sucedió con su predecesor, Nabulé Terroir, el seguimiento diario de la vid, situada en una de las zonas más altas, ha sido una de las claves para poder definir un nuevo concepto de garnacha y con el que se busca crear «un nuevo estilo de vida».
«Nabulé Esencia, como Nabulé Terroir, se elabora con uvas del viñedo viejo de garnacha ubicadas en la unidad de Terroir nº1, lo que nos permite obtener vinos originales, auténticos e inimitables que son clara expresión del territorio en el que están ubicados. La nueva garnacha tiene más sutileza, estructura y elegancia que el Nabulé Terroir, pero siempre dentro de un perfil fresco», ha destacado Javier Vela, uno de los enólogos de Bodegas Aragonesas.
La presentación, a los medios de comunicación, de esta nueva garnacha ha tenido lugar este lunes en el complejo Aura de Zaragoza. Durante el evento, también se ha presentado el nuevo Nabulé Terroir 2020.
«Nabulé Esencia es el resultado de un exhaustivo trabajo de investigación que, durante años, han llevado a cabo nuestros enólogos. Sale con la añada 2019, pero es posible que no haya todos los años, ya que es un vino muy particular y exclusivo, y se deben dar las condiciones óptimas para su maduración. Puede que, en ocasiones, esas condiciones no sean las adecuadas y por lo tanto es posible que no estén en el mercado de forma periódica. Nabulé Terroir lleva dos años en el mercado y nos está dando grandes alegrías. Estamos seguros de que Nabulé Esencia va a sorprender al consumidor. Es una garnacha muy especial y diferente de la que se han producido 5.720 botellas», ha añadido el director general de Bodegas Aragonesas, Enrique Chueca.
El nuevo Nabulé Esencia procede de viñedos seleccionados de garnacha, de más de medio siglo, ubicados entre 500 y 600 metros de altitud. La vendimia se realiza manualmente y el equipo técnico lleva a cabo controles de maduración minuciosos para determinar el momento óptimo para su recolección. La elaboración es totalmente tradicional con suaves remontados. Una vez finalizada la fermentación maloláctica se procede al encubado con sus propias lías, en barrica nueva de roble francés de 500 litros.
«El vino permanece en barrica durante 16 meses, obteniendo un perfecto equilibrio entre la fruta fresca y la complejidad que le aporta la madera. Una vez conseguido el objetivo se procede a su descube y embotellado para que acabe su crianza en botella hasta su salida al mercado. Nuestro objetivo es conseguir la expresión exclusiva y particular de cada territorio, con la mínima intervención, haciéndolo sostenible por sí mismo. Son viñedos cultivados en una unidad de terroir única, donde se vincula la calidad del vino al lugar de origen. Por eso, se consigue un producto exclusivo. Vinos originales e inimitables, que hablan por sí solos», ha revelado Javier Vela.
Tras la presentación ha tenido lugar una cata de Nabulé Esencia 2019 y también de Nabulé Terroir 2020, dirigida por Javier Vela. Por la tarde, continúan las catas con los profesionales, prescriptores y distribuidores.
NABULÉ
Nabulé es una palabra con la que se quiere hacer alusión a la niebla que se produce en la zona de ubicación del viñedo, como característica principal durante el otoño. Nabulé Esencia hace alusión a la selección de los racimos de uva -el néctar- que finalmente son elegidos para la elaboración de este vino. No es necesario ser un experto para disfrutar de la evolución y novedad que permite experimentar nuevos aromas, sabores y sensaciones. Quizás, junto con Nabulé Terroir, puede ser muy interesante para un público, que se forma en la cultura del vino y busca referencias con perfiles más frescos. Estos vinos se pueden acompañar con cualquier tipo de gastronomía. Creo que son los vinos del futuro», ha explicado Javier Vela.
Fotos: Gabi Orte.
